Tienes que ver el video que te pongo a mitad del post. Es genial y aprenderás mucho sobre este mundillo.
Una de las ventajas de estar sumergido en la comunidad de l@s loc@s por la apnea es que pocas son las publicaciones que ya sea a nivel usuario, didáctico, o científico de nuestro sector se pasan por alto.
Y es que entre toda la paja, cotilleos, y piques «sanos» que hay en un grupo de whatsapp.
Por cierto, aquí va uno: El tostón científico de hoy viene luego.
Al lío: ¿Qué ha pasado?
NUEVO ARTÍCULO DE APNEA EN PHYS.ORG
Y esto me encanta, cada vez que leo artículos, me da igual el idioma que sea, en revistas serias, una parte de mi me dice que lo estamos haciendo bien. Y tú, que lees esto, también.
Science X es quien está detrás de Phys.org. Un servicio de noticias de ciencia, investigación y tecnología donde tierra, medicina, nanotecnología, electrónica, espacio, biología, química, computación, phoskytos y galletas dinosaurio llenan su web. Cientos de artículos al día, más de 5 millones de científicos detrás… (Según su web)… un pasote. Y hoy… HABLAMOS DE APNEA.
¿Destripamos el artículo?
Lo destripamos.
Apneístas de Élite tienen niveles de oxígeno en el cerebro más bajos que las focas.
Interesante, veamos de qué va esto.
El artículo originalmente está en inglés, y te dejo el enlace al final de esta entrada.
Según ha descubierto la universidad de St. Andrews los apneistas de élite que bucean en mar abierto (Outdoor) tienen niveles de oxígeno en el cerebro incluso más bajos que las focas en sus inmersiones más profundas.
Los apneistas, (Cuyo nombre no menciona) que durante el estudio alcanzaron una profundidad de 107m, tenían niveles de oxígeno en el cerebro que normalmente inducirían a la inconsciencia, y frecuencias tan bajas como focas, ballenas y delfines mientras estaban en el agua.
Estos nuevos hallazgos, publicados en Philosophical Transactions of the Royal Society B a lunes 28 de junio de 2021, están ayudando a los científicos a comprender la fisiología de los mamíferos marinos y podrían ayudar a encontrar nuevas formas de tratar a los pacientes que sufren problemas cardíacos, así como a aumentar la seguridad de los apneistas. (De nosotros, vamos)
Podría proporcionar información sobre cómo los apneistas se han adaptado (mediante entrenamiento) para tolerar niveles de oxígeno extremadamente bajo y ayudar a comprender como se podría llevar a cabo un preacondicionamiento para procedimientos quirúrgicos.
Podría ser posible desarrollar procedimientos quirúrgicos para mejorar la protección del cerebro y el corazón durante una cirugía cardíaca, y para la intervención terapéutica posterior.
La profe lider del protecto «Erika Schagatay» de la universidad de Mid Sweden (Ya, sé que esta información te la estás saltando, podría haber puesto Enrique Pancho, de Burgos, que te daría absolutamente igual) que ha investigado el buceo en apnea durante tres décadas dijo:
«Hittills, förstå effekterna på hjärnan och hjärt-kärlsystemet av dessa exceptionella dykare under sådana djupa dyk, och hur långt dessa människor går. kroppar var det inte möjligt, eftersom all forskning gjordes under simulerade dyk i laboratoriet. «
«Dykaren kan nå en punkt där en hypoxisk mörkläggning (låg syrgasnivå) inträffar, och dykaren måste räddas. Ett av huvudmålen för utredningen är att varna dykaren och säkerhetspersonalen om en mörkläggning. Överhängande»
Si lo has intentado leer, eres un/a fenómen@. No, no tengo ni pajolera idea de Sueco. Pero en castellano sería, si google no me traiciona, algo así:
(Por favor, para la mayor veracidad de la información lease este párrafo con acento sueco)
Hasta ahora, comprender los efectos en el cerebro y el sistema cardiovascular de estos buceadores tan excepcionales durante inmersiones tan profundas, y hasta dónde llegan estos seres humanos pueden empujar sus cuerpos no había sido posible, todo lo que se había investigado había sido durante inmersiones simuladas en laboratorio.
¿Descansamos un poco la vista de las parrafadas y lo vemos de un modo más visual?
Dentro vídeo.
¡Por cierto, en el siguiente post analizaremos el video!
El buceador puede llegar a un punto en el que se produce un apagón hipóxico (blackout, producido por bajo nivel de oxígeno, como ya deberías saber si eres lector habitual de este blog, o alumno mío) y debe ser rescatado. Uno de los principales objetivos de esta investigación es advertir al buceador y al personal de seguridad de un blackout inminente. (Me alucina esta expresión, blackout inminente, la comenzaré a utilizar.)
Usando un dispositivo que funciona de manera similar a un smartwatch, con emisores LED en contacto con la piel para medir la frecuencia cardiaca, el volumen sanguíneo y los niveles de oxígeno en el cerebro, el equipo de la Universidad de St Andrews, Mid Sweden, la Universidad Carnegie Mellón y la Universidad de Tokio crearon un sistema que podrían utilizar los mejores apneistas durante sus inmersiones de profundidad.
La tecnología biomédica portátil puede medir la fisiología de estos atletas de élite en inmersiones de hasta profundidades de al menos 107m (No lo han probado a más, pero vamos… a mi me llega)
Los apneístas de élite logran algunas de las hazañas más excepcionales de la resistencia humana, en lo que es uno de los deportes más extremos del mundo. Al realizar inmersiones que duran más de 4 minutos y alcanzan profundidades de más de cien metros con una sola respiración, los apneistas superan los límites de lo que el cuerpo humano puede tolerar.
(Ese párrafo he de reconocer que me pone un poco)
El investigador principal, el Dr. Chris McKnight, de la Unidad de Investigación de Mamíferos Marinos (SMRU) de la Universidad de St Andrews, dijo: «Los buzos mostraron respuestas fisiológicas excepcionales durante sus inmersiones.»
«Medimos frecuencias cardiacas de hasta 11 latidos por minuto y niveles de saturación de oxígeno en la sangre de hasta el 25%. (Normalmente estamos oxigenados en un 98/99% por ciento, y por debajo del 50% perdemos el conocimiento, que es el nivel equivalente a alguno de los niveles más bajos medidos en la cima del monte Everest)
Un dispositivo de tecnología biomédica no invasiva ya existente, que utiliza espectroscopía de infrarrojo cercano (NIRS), desarrollado por los colaboradores holandeses Artinis Medical Systems, fue adaptado por investigadores de la Universidad de St Andrews para resistir la presión extrema de inmersiones profundas en mar abierto.
El ingeniero jefe del proyecto: Steve Balfour de SMRU Instrumentation en la universidad de St Andrews dijo: «Es fantástico estar involucrado en un proyecto de ingeniería tan emocionante y desafiante.»
«Ver el producto final descendiendo a tales profundidades y devolviendo datos únicos hace que las noches de insomnio valgan la pena»
El Dr. McKnight agregó: «Más allá de las respuestas fisiológicas excepcionales que muestras los apneístas y los extremos que pueden tolerar, pueden ser un grupo fisiológico muy informativo. Sus reacciones fisiológicas son únicas y las condiciones a las que están expuestos no se replican fácilmente, por lo que ofrecen (ofrecemos, jiji) una forma única de comprender cómo responde el cuerpo a la falta de oxígeno en sangre, la baja oxigenación del cerebro y la supresión cardiovascular grave.
Nuestro instrumento ahora nos permite estudiar respuestas fisiológicas únicas mientras estos increíbles atletas realizan su máximo rendimiento.
La profesora: Jana (¡Ojo! ¡Que voy!) Kainerstorfer que dirige el laboratorio de biofotónica de la Universidad Carnegie Mellon dijo: «NIRS es una herramienta poderosa que se ha utilizado ampliamente para medir la función cerebral en sujetos sanos»
«Los avances recientes en la miniaturización de dispositivos NIRS han permitido medir la función cerebral en entornos más naturales. La aplicación de NIRS para estudiar la fisiología del buceo es particularmente emocionante y nos ayudará a comprender como se puede mantener la función cerebral en condiciones ambientales tan extremas.
Ole, Ole y Ole.
Todo lo que sea avanzar en nuestra seguridad bienvenido sea. Y hasta aquí el artículo de hoy, pececit@. Espero que te haya gustado y que me dejes un comentario.
Nos vemos en el siguiente.