📇 *FICHA:

Profundidad

5 – 40 m

Visibilidad

10 – 30 m

Temperatura del agua

14-24ºC

Mejor época del año

Mayo-Octubre

Dificultad

⭐/⭐⭐⭐

Diversidad de corales

⭐⭐⭐⭐

Diversidad de peces

⭐⭐⭐⭐

Peces grandes

⭐⭐⭐

Pecios

⭐⭐

Cuevas

⭐⭐⭐

Paredes

⭐⭐⭐⭐

Buceo con esnórquel

⭐⭐⭐⭐


*Aclaración de las indicaciones de las fichas:
– ➡ No hay datos
⭐ ➡ Poco/a
⭐⭐⭐⭐⭐ ➡ Mucho/a/os/as


DISTRIBUIDOS EN UNOS 160 KILÓMETROS DE FRANJA LITORAL, EXCELENTES PUNTOS DE INMERSION ABUNDAN EN LA COSTA BRAVA. LA «COSTA SALVAJE» SEDUCE CON DOS PARQUES MARINOS QUE CONVIERTEN ESTE ENTORNO EN LA MECA DEL BUCEO EN EL MARE NOSTRUM.

Perteneciente a la comunidad autónoma de Cataluña, la Costa Brava se extiende desde Blanes hasta la frontera francoespañola, junto a Portbou. El escritor Ferran Agulló acuñó el nombre de esta franja costera en 1908. Con «brava» aludía sobre todo a las insólitas y a veces abruptas costas rocosas de la península del Cap de Creus, en el norte, así como al litoral del Cap de Begur, más al sur.

Estos lugares de paisaje agreste son en la actualidad muy populares entre los buceadores.

Ubicados entre ambos cabos se encuentran antiguos pueblos pesqueros que se han convertido en centros turísticos con el paso de los años. La ciudad de Roses y el Parque Natural del Cap de Creus conforman el centro del buceo deportivo del norte de la Costa Brava. Los entendidos sienten especial atracción por los puntos de inmersión del Cap Norfeu, como El Gar, Trencat o La Rata, accesibles desde centros de buceo de Roses, Cala Jóncols o Cadaqués.

La Rata o Massa d’Or es el enclave preferido de la Costa Brava entre los buceadores. Sin embargo, a causa del frecuente mal tiempo, los desplazamientos a La Rata no son usuales y las inmersiones están reservadas a buceadores con experiencia. Los lugares del norte ofrecen un nutrido repertorio marino a base de bosques de gorgonias, pulpos, langostas, congrios, cabrachos, meros e incluso corales rojos. En el sur, los acuanautas se concentran en la ciudad de L’Estartit y las islas Medas, situadas enfrente y protegidas como reserva natural. Entre las islas y
Sant Feliu de Guíxols hay numerosos y excelentes puntos de inmersión. Tras prohibirse el arpón, enormes meros han encontrado su hábitat en torno a las islas. Asimismo, las langostas gozan aquí de un estado de protección especial. En las cuevas y grutas es habitual encontrar «oro rojo» bajo salientes (los corales rojos que pueden alcanzar el tamaño de una mano están protegidos y no pueden tocarse).

Más al sur, frente a Tamariu, prosperan apiñados los abanicos de mar más espectaculares de todo el Mediterráneo. Peces tres colas e incluso peces de San Pedro se deslizan entre los abanicos rojos y amarillos. En la bahía de Tamariu pueden verse caballitos de mar, agujas mula, arañas, rubios y tiesos. Esta biodiversidad no sólo ha ayudado a que proliferen los centros de buceo a pesar del mal tiempo, sino también a que la zona adquiera un enorme interés para los biólogos.

Con sus dos increíbles regiones de buceo al norte y al sur, la Costa Brava ha contribuido decisivamente al renacimiento del mar Mediterráneo.

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