Tenerife, la mayor isla del archipiélago canario, pertenece geográficamente a África y políticamente a España. Con más de una treintena de base de buceo, la isla es un popular destino para el submarinismo desde hace más de 30 años.

Gracias a su cercanía al Trópico de Cáncer, en Canarias predomina un clima mediterráneo subtropical. Las temperaturas son muy agradables durante todo el año por lo que la temporada alta dura 12 meses. La visita de turistas está así garantizada en la «isla de la primavera eterna». Para evitar catástrofes marítimas que perjudiquen la flora, la fauna y la actividad turística, la Organización Marítima Internacional dictó una ley en 2006 que obliga a los barcos con cargas peligrosas a no navegar a menos de 12 millas marítimas de las islas Canarias.

Tenerife es una isla de contrastes. Además de sol, playas y mar, tiene un paisaje fascinante. El naturalista alemán Alexander Von Humboldt lo describió hace 200 años como un paraíso natural que reúne la riqueza paisajística de todo un continente en unos 80 kilómetros de longitud y 50 kilómetros de anchura.

Además de albergar la montaña más alta de España, el Pico del Teide, que se eleva hasta los 3.718 metros sobre un enorme macizo volcánico, Tenerife tiene mucho que ofrecer bajo el nivel del mar, tal como demuestra el gran número de centros de buceo establecidos en la isla.

La parte occidental es más tranquila al encontrarse algo apartada del tumulto de turistas de la Playa Paraíso, al sur. Aquí hay desde 1980 un centro de buceo internacional bajo dirección alemana. Está a unos 12 kilómetros al norte de Playa de las Américas y ha sido premiada en varias ocasiones por la comunidad de submarinistas. Algunas inmersiones pueden realizarse directamente desde tierra, por lo que los principiantes también podrán disfrutar de las maravillas que ofrece este fondo marino.

El escenario subacuático tiene un carácter volcánico, como toda la isla. Los buceadores disfrutarán de grutas, cuevas, cañones e impresionantes formaciones rocosas cubiertas parcialmente de esponjas y gorgonias. En estas aguas también pueden contemplarse numerosos peces: barracudas, rayas, meros, atunes, caballas, lábridos, peces loro, salemas, morenas y peces planos. El paisaje submarino ofrece, por tanto, una buena combinación de lo que se ve en aguas tropicales y mediterráneas.

Entre los lugares de buceo más populares se encuentran el Acuario, el Faro o el Arrecife 5 estrellas donde pueden verse rayas. La roca Gorila es conocida por los caballitos de mar que la habitan y El Puertito, por sus tortugas. Se puede llegar a varios pecios en barco y, si el tiempo acompaña, se ofrecen trayectos para ver los calderones comunes que viven frente a la costa tinerfeña, una verdadera sensación para todos los buceadores que se acercan a esta zona.

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