Al oeste de EE.UU., los buceadores pueden vivir una experiencia muy especial: Aquí se puede bucear en bosques de algas de hasta 30m de alto con leones marinos, peces de vivos colores o incluso tiburones azules.
El buceo frente a la costa del «estado dorado» apenas trasciende más allá del país. Los buceadores se dan cita en torno a la conocida ciudad de Monterrey, a unas dos horas de automóvil desde San Francisco yendo en dirección sur por la Ruta Estatal 1. Aquí hay muchos barcos de buceo y se puede bucear directamente desde la orilla.
La mejor zona está quizá en la reserva natural de Point Lobos, donde el número de buceadores está limitado por ley. Las inmersiones más hermosas se hacen a finales de verano junto a los sargazos gigantes, la planta acuática más larga del mundo. En la jungla submarina se ven cangrejos y estrellas de mar deambulando orgullosos, babosas alimentándose, anémonas y peces quironémidos. Las acrobacias de los leones marinos y las focas cuando cazan o juegan son fascinantes.
En Catalina Island, al sur, aparecen tiburones azules con algo de suerte. En torno a la isla crecen laminarias de hasta 30 metros de alto entre las que viven peces garibaldi de vistosos colores. Frente a San Diego, desde unas jaulas pueden verse diversos tiburones en aguas abiertas.
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