Con más de 1.800 kilómetros de franja litoral, el Reino de Arabia Saudí es el estado con más costa del Mar Rojo. Aquí hay algunos lugares inexplorados que harían latir más fuerte el corazón de cualquier buceador.

Una cosa está clara: los lugares de inmersión más hermosos del mundo están en el mar Rojo. Durante mucho tiempo, los buceadores sólo podían soñar con los arrecifes de Arabia Saudí, ya que el país estaba cerrado al turismo.

Desde hace algún tiempo, el reino está abriendo sus puertas. Aquí vienen al año unos 1.200 buceadores. De momento no hay más capacidad.

Mientras que al otro lado del mar Rojo los barcos se agolpan junto a los mejores arrecifes y es difícil encontrar un lugar solitario, en estas costas reina una maravillosa calma. Hay excursiones de un día desde Jeddah o bien desde el nuevo y hasta ahora único centro de buceo en tierra, situado en Al Lith e inaugurado en enero de 2009 por un príncipe aficionado al buceo.

Lo más cómodo y efectivo es hacer un crucero largo. Frente a la costa operan dos centros de buceo flotantes o liveaboards, que también pertenecen al príncipe. Uno ofrece viajes largos desde Jeddah en dirección norte, donde se pueden explorar los pecios en torno a Yanbu. En esta zona hay unas dos docenas de pecios conocidos, a los que se añaden otros tantos desconocidos. El viaje hacia el sur se ofrece desde 2004 Comienza en Al Lich y tiene como destino los Farasan Banks y otros lugares más al sur.

Mientras que los sistemas arrecifales de las islas Farasan del norte ya están algo explorados, la parte sur promete inmersiones con verdadero carácter expedi cionario. Aquí puede cumplirse el sueño de bucear en un arrecife en el que no ha estado nunca nadie.

No obstante, puede constatarse que los pescadores ilegales también hacen de las suyas en «aqua incognita» y ya han diezmado la población de peces.

El terreno en torno a muchos de los islotes sin nombre y arrecifes presenta caídas abruptas. Interrumpidos por altiplanicies y con un perfil de buceo ideal, están revestidos de lo mejor que ofrece el mar Rojo. En el año 2006 se descubrieron los «jardines colgantes»: ascidias coloniales de todos los colores cuelgan de corales negros como carámbanos. Se trata de una especie descubierta en 2006. Al lado crecen corales blandos; las paredes rebosan de peces agitándose de un lado a otro.

En torno a Shib Mubarak, un lugar expuesto en medio del mar, hacen su ruta peces grandes como las mantas, los delfines, los loros cototos verdes, las barracudas o los tiburones.

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