El atolón del pacífico sur pertenece a las islas de la sociedad de la Polinesia Francesa. En este idilio de los mares del sur pueden efectuarse magníficas inmersiones con tiburones, amigables rayas o también enormes ballenas jorobadas.

El territorio francés de ultramar está formado por cinco archipiélagos con un total de 130 islas volcánicas y atolones. Moorea es una de las Islas de Barlovento.

Está al oeste y a la vista de Tahatí, donde está Papeete, la capital de la Polinesia Francesa. Desde aquí se puede llegar a este pequeño paraíso del buceo en una media hora en barco o en 10 minutos en avión. En Moorea hay algunos centros de buceo.

La imagen que uno tiene de los mares del sur se hace realidad en Moorea: montañas, abruptos valles, exuberante vegetación, idílicas playas y lagunas aturquesadas rodeadas por un arrecife. Las aguas limpias y claras de agradables temperaturas y las 3.000 horas de sol al año convierten la isla en una región de buceo ideal, segura y no concurrida que hará las delicias de principiantes y expertos.

Se distinguen tres zonas de buceo. En primer lugar están las lagunas protegidas, cuya superficie arenosa tranquila y llana con formaciones de coral aisladas son perfectas para el aprendizaje de los principiantes. Hay mucho que ver, como las rayas, que son muy querenciosas ya que se les suele alimentar con restos de pescado. Sin embargo, quien esté bajo el agua cuando se les dé de comer, no debe nunca olvidar que se trata de rayas látigo, no de peluches.

Como segunda opción, los buceadores disponen de suaves pendientes fuera de las lagunas, en el arrecife exterior de la isla. Los corales duros son típicos de la zona. Los encuentros con algunos peces grandes, así como con bancos de barracudas, peces napoleón y tortugas están a la orden del día. Un centro de buceo garantiza incluso el avistamiento de tiburones.

La tercera zona de buceo son los pasajes del arrecife circundante, donde los buceadores pueden vivir intensas experiencias si se presentan corrientes. Esta área está reservada únicamente para expertos.

Una ventaja es que los puntos de inmersión no están lejos de los centros. Una de las mejores inmersiones se inicia en Coral Rose Garden, al norte de Moorea, donde pueden admirarse heterogéneos corales. Se sale a la superficie en Lemon Shark Valley, donde la atracción estrella son los tiburones limón. En Tiki y Taotoi, en la punta noroeste de la isla, siempre pueden verse algunos de sus parientes como tiburones grises, nodriza, de puntas negras y de puntas blancas.

En los meses de verano, uno tiene la suerte de poder hacer esnórquel junto a enormes ballenas jorobadas que pasan cerca de la costa, un momento culminante en la vida de cualquier buceador.

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