En Åland el agua es turbia, hace frío y la flora y fauna no tienen mucho que ofrecer. Sin embargo, la provincia autónoma es muy popular entre los buceadores. La «TRUK LAGOON» de Europa ostenta un triste récord de naufragios por lo que es un verdadero paraíso para los submarinistas amantes de los pecios.

Año 1918: el rompehielos y buscaminas de la marina guerra imperial alemana Hindenburg choca con una mina y se hunde.

El barco de 51 metros de eslora situado al oeste de Áland es uno de los pecios (a 42 metros de profundidad) más hermosos del entorno y fue declarado oficialmente monumento de guerra. Quince años más tarde: el barco de hierro de tres mástiles y 71 metros de eslora Plus viene de Londres. El capitán toma una decisión catastrófica y sigue navegando sin práctico a través de una densa niebla en dirección al puerto de Mariehamn.

El velero se hunde cerca de la estación de practicaje Kobba Klintar.

Situado entre Estocolmo y Helsinki, este archipiélago del mar Báltico ha sido escenario de numerosas historias parecidas. A nivel de derechos internacionales, pertenece a Finlandia; lingüística y culturalmente, a Suecia. Estratégicamente siempre ha sido de enorme relevancia para ambos países y es considerado hasta hoy una de las regiones marítimas más difíciles de navegar del mundo.

La «tierra de agua» tiene más de 6.500 islas bautizadas, a las que hay que añadir numerosos islotes sin nombre. En torno a este archipiélago de paisaje encantador yacen más de 600 pecios. Hasta hoy se han identificado 100 y pueden visitarse más de 30.

Están entre los mejor conservados de Europa, incluidos los barcos de madera. Esto se debe al frío, la escasa salinidad del mar Báltico y las estrictas leyes dictadas para garantizar su conservación.

Además, se siguen descubriendo nuevos pecios cada año. El Rotterdam, una barcaza de madera del siglo XIX de 35 metros de eslora, se encontró en otoño de 2007 a una profundidad de 34 metros.

El único centro de buceo existente está en Mariehamn, en la isla principal de Aland. El pecio local es el Plus, que yace a una profundidad de entre 17 y 32 metros. Otros pecios accesibles desde aquí son el carguero Hesperus (entre 11 y 42 metros de profundidad), de 64 metros de eslora y hundido en 1884, el vapor L’Esperance (entre 11 y 35 metros de profundidad), de 60 metros de largo e ido a pique en 1901, y otro vapor de nombre Helge, de 1915.

Dos años más tarde se sumó el destructor ruso Burakow y en 1928, el velero Balder (65 metros de profundidad), de 45 metros de eslora. El barco estatal sueco Luavle (entre 4) y 54 metros de profundidad) se fue al fondo en 1975.

Se trate de buceadores deportivos o técnicos, todos disfrutarán explorando este archipiélago. Especialistas en pecios viajan de todo el mundo para visitar el mejor cementerio de barcos del norte de Europa.

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